domingo, 9 de junio de 2013

Espacios de 'co-working': ¿siguen siendo lo mismo?

Hace ya más de tres años, una puerta de cochera justo debajo de casa anunciaba que tras ella, se iba a abrir un nuevo espacio llamado 'Hub'.

¿'Hub'?, pensé. ¿Qué demonios es eso? Qué pocos conocimientos de inglés tengo, pensé también. 

Precisamente por esa y por otras razones, un par de semanas después de tener ese encontronazo con aquella gran puerta a pie de calle, dejaba Madrid para pasar una temporada fuera de España. ¡Pero no! No me fui así, no me fui sin antes conocer a 'Hub'.

Gracias a que la puerta estaba siempre "de par en par", un día pude hablar con una chica que fumaba apoyada en ella. No recuerdo su nombre, pero sí sé que gracias a esta chica, conocí algo que era nuevo para mí: un espacio de 'co-working'. Me enseñó sus instalaciones, me presentó a sus precursores, y me reveló muchas de sus ilusiones. Muchas ideas y mucho futuro, eso es lo que había.

La sorpresa llegó hace un año, momento en el que volví a Madrid, a la misma casa, con la misma gente. Y 'Hub' ahí seguía, ahora como 'Hub Madrid'. Una capa de color con formas grafiteras cubría el material oxidado de la puerta de cochera que yo conocí. También me enteré que había ampliado considerablemente sus metros cuadrados, que a la chica del cigarrillo y a esos cuatro precursores que se animaron a lanzar el cotarro les acompañaban ahora más de 200 personas, y que los sábados, merecía mucho la pena un mercadillo que ahí dentro se organizaba. La puerta, también cabe decirlo, ahora estaba entre-abierta.


Pero empecemos por el principio. Para alguien con mi perfil, el implantar en España formatos como éste, suponía poner a nuestro alcance al perfecto compañero. Con una profesión que requiere cierta creatividad, con un futuro más seguro en tu propia red de contactos y en los trabajos que salgan bajo la condición de 'freelance' y con pocos recursos económicos para montar tu propio 'chiringuito', un lugar así se presenta como la alternativa perfecta. Para todos esos trabajadores independientes que trabajar en casa, lejos de ser un sueño, se convierte en límite, en aislamiento o en empobrecimiento, poder desarrollar tus ideas en un lugar de trabajo compartido, es una solución más que atractiva: te permite tener tu propio lugar de trabajo fuera de casa, pero sobre todo, te brinda la oportunidad de rodearte de profesionales con los que poder compartir, de los que aprender e incluso, con los que unir fuerzas para crear nuevas oportunidades de negocio.

Los espacios de 'co-working' llevan brotando en nuestro país ya unos cuantos años. Incluso en la capital, los hay de modalidad nocturna. He querido fotografiar a mi vecino y uno de los más potentes, 'Hub Madrid', para que nos sirva de ejemplo para entender el resto, pues el concepto, es el mismo. Vamos allá.

Comunidad

Como muchas otras cosas, la idea viene desde más allá de nuestras fronteras. 'Hub Madrid', por ejemplo, forma parte de una red de más de 35 espacios repartidos por todo el mapamundi, con presencia principalmente en países de Europa y América. 

La idea se sustenta en lo que se crea gracias a las aportaciones de unos miembros. Un espacio de 'co-working' se forma gracias a la unión de esos profesionales que por lo general, mantienen unas características comunes: media de edad joven, dedicados a la industria creativa (diseñadores gráficos, diseñadores web, arquitectos, amantes de las artes plásticas, interioristas, periodistas, publicistas, etc), y con un perfil emprendedor, inquieto e innovador. 

Si bien es cierto, este tipo de lugares se abrieron como "lugares públicos", y así se mantienen. Es decir, cualquiera puede tener acceso a convertirse en uno de sus miembros. Pero examinando la realidad, también es cierto que no todo el mundo encajaría en él. Algunos portavoces de los espacios de 'co-working' más reputados afirman que los nuevos miembros tienen que ser personas "que sumen a los que ya están dentro". Es por esto por lo que la entrada a 'Hub Madrid' o de similares características, además de ser cada vez más cara, también es más complicada y subjetiva.

El espacio.

El diseño de la mayoría de los espacios de 'co-working' suele ser atractivo y singular, creado gracias a la colaboración de todos, y basado en la utilización de materiales reutilizables, muebles de segunda mano, y el ingenio de muchos apostando por crear una atmósfera acogedora, que invite a sentirse cómodo mientras trabajas. Te ayuda a huir de casa pero te hace sentir en casa, ése es para mí el perfecto espacio de 'co-working'.

Normalmente los lugares de trabajo compartido se estructuran bajo dos grandes tipos de territorio: el común y el particular. Por un lado se necesitan zonas comunes donde celebrar eventos, reuniones, o cualquier otro tipo de actividad en grupo, y por otro lado, nos encontramos con pequeñas salas o puestos de trabajo particulares para cada uno de esos miembros de los que hemos hablado.

En el ejemplo particular de 'Hub Madrid', existe una gran sala, que cuenta con un segundo piso, ocupado por media docena de mesas y decenas de sillas. Es el lugar para los talleres específicos, para los 'masterclass' o para realizar un 'showroom' de alguna firma emergente de moda. También es el escenario para el aclamado mercadillo 'La Buena Vida', donde cada sábado se reúnen agricultores, reposteros o bodegueros que abogan por los productos ecológicos o 'bio'. 



Los lugares de trabajo privados en 'Hub Madrid', donde cada uno puede tener su propio puesto más aislado del resto, son muy peculiares: se trata de un gran piso antiguo donde han echado abajo parte de sus paredes, eliminando barreras y consiguiendo crear algo bajo lo que se sustenta la filosofía 'co-working': conseguir un único espacio.


Organización y estructura.

Pero esto es sólo el principio. Lo que ofrece el lugar físico es la base de lo que nace con el deseo de convertirse en hervidero de proyectos, iniciativas o ideas, algo que dependerá del grupo humano que hay detrás. Sin embargo, y gracias al paso del tiempo y de la práctica de la teoría 'prueba-error', en la mayoría de los 'co-working', o al menos en los más extendidos, existe una rica programación paralela, multitud de servicios 'extra' que se ofrece a los miembros y lo último en servicios digitales a la merced de todos. 

Por ejemplo, los "hubbits" (así se llaman a sí mismos los miembros pertenecientes a un 'Hub' de cualquier país),  tienen acceso a una plataforma virtual a través de la cual todos ellos pueden conectar, interactuar e intercambiar información y materiales. 'Hub Madrid' cuenta también con una rica programación mensual, que engloba desde 'workshops' con la temática más insospechada hasta charlas con gurús de algún área creativa o actividades alternativas realizadas fuera del espacio. En este sentido, una de las últimas apuestas ha sido establecer un servicio de consultoría financiera, poniendo a disposición de los miembros interesados un experto en la materia, que le ayude en todo lo relacionado con los "números" del proyecto que tenga entre manos. Es decir, asesoramiento para marcar las pautas a seguir para dar con el mejor plan de negocio. Una alternativa más que inventan los propios miembros según las necesidades detectadas y con un único fin: el bien común. Y en este caso, dieron en el clavo (en el mundo del 'co-working' no debe haber mucho miembro pitagórico, porque "pedir auxilio" en todos los temas relacionados con el control financiero, es una de las prácticas más demandadas).

Pero dicho todo esto, ahora toca preguntarse: ¿son todos los miembros iguales? ¿Son todos los 'hubbtis' iguales ante su 'Hub'? 

Pues no, existen infinitas modalidades de "tipos de miembro". Las tasas son muy variopintas, y de ellas dependerán luego tus privilegios. Resumiendo: puedes entrar a formar parte del espacio pagando una cuota que oscila aproximadamente entre los 12€/mes y los 235€/mes y las diferencias entre unos y otros, obviamente, serán notorias. Dependiendo de tu contribución, tendrás opción a un puesto en uno de los espacios comunes con horas limitadas, o a uno en la parte más privada (o acceder a todas las instalaciones sin límite alguno). Por otro lado, tu relación con la programación mensual que 'Hub' realice y con todos sus servicios y 'extras' ofertados, también variará según la modalidad de miembro que hayas elegido.

Así es como se organizan los espacios y los contenidos. Al mejor postor. Lógico, como la vida misma, vaya. 


Pero ya estamos terminando y no quiero que parezca que empiezo a tomar un tono agrio en el texto. Creo en los espacios de 'co-working', y creo que cuando algo se hace grande, son necesarias unas normas que establezcan el orden y es imprescindible acatarse a ellas. Pero todo esto no debe nunca hacer que se esfume la esencia.

Acabemos pues con la parte que más me gusta: los rincones más especiales. Los espacios 'relax', los objetos y los guiños al edificio que un día fue y sobre el que ahora nos encontramos, la cocina, las plantas, la biblioteca. Volvamos a inspirarnos en todas estas cosas para que los espacios de 'co-working' no pierdan nunca el sentido con el que nacieron, porque sigan abriendo su ventana a todos y a cada uno de los interesados. Porque 'Hub' significa "centro", "meollo", "núcleo", y porque sin el aire fresco que entre por esa ventana, dejará de serlo. 

Recordemos todas estas cosas porque sin ellas, no podremos mantener la puerta de la cochera abierta, sino entre-abierta. 

Para más info: Hub_Madrid.