miércoles, 6 de mayo de 2015

Thankful

Ya sé que de nuevo, hace meses que no escribo. Ya no sé, ni me atrevo a decir, cuándo utilizaré o dejaré de utilizar esto, pero lo que sí sé, es que os debo un post a todos, seguramente el más importante. Así que ya tardaba en pasarme por aquí.

Sólo quería daros las GRACIAS. Y quiero que lo sintáis así, con mayúsculas, en negrita, subrayado y sobre todo, con toda mi alma impresa. 

Estoy nerviosa, me he puesto así nada más empezar este post, lo que me recuerda que no, no estoy lista aún para hablar en público de todo ello. Pero de lo que sí estoy preparada es de empezar a agradecer, de manera consciente, a todos y cada uno de los que habéis estado aquí, conmigo y mi familia, durante todo este tiempo.

No puedo explicar cómo me he sentido en una situación así. Como me dijo alguien al enterarse, ya tengo "la historia de mi libro". Quizás algún día, quién sabe. De momento, sólo puedo poner por escrito este agradecimiento que siento cuando miro atrás y pienso en lo importante que ha sido teneros. Que los primeros días no me dejarais ni un segundo para pensar: sencillamente me dejé llevar, cual peonza, por todo lo que me ibais dando, y ello me sostuvo. La calma y la serenidad con la que me arropó el resto de mi familia. Los abrazos: habrá alguno que no se me olvidará jamás. Cuando ocurrió, sentir el calor de todo mi pueblo volcado con nosotros (millón de veces gracias, no sabéis lo que significó). Las llamadas, las miradas de no saber qué decirme, los silencios, la infinidad de mensajes, las visitas inesperadas, las flores, las dedicatorias en otros de vuestros blogs, los tés de los primeros días, los libros como otra forma de prestarme ayuda, la preocupación desde la distancia, los consejos... Y un largo etcétera que tanto yo, como mi familia, os estaremos eternamente agradecidos. 

Ahora, cuando ha pasado un pelín de tiempo, sabes que ha llegado el momento de seguir mirando hacia delante, de hacer por esa "vuelta a la normalidad", que es lo que realmente ayuda a avanzar. Y esto es algo que también estoy consiguiendo gracias a muchos, gracias a los de "las primeras filas". Para ellos no tengo palabras: haré por demostrarles.

Gracias a todos y cada uno de vosotros por darme, sencillamente, lo que me podíais dar. Porque eso lo ha hecho todo.

De corazón, 


 

martes, 23 de diciembre de 2014

Parole, parole, parole...

Lo de hoy es un post "tonto", pero que lleva tiempo rondando en mi cabeza y me apetece hacer un guiño a algo que empezó a estar presente en mi vida hace aproximadamente, diez años.

Todo empieza cuando dejas tu casa, tu familia y tus amigos de siempre para embarcarte hacia un lugar diferente. Mi momento llegó con Donosti y la universidad. 

Me acuerdo perfectamente de la primera vez que tuve ese "choque de culturas" del que hoy quiero hablar: subía las escaleras de la residencia en la que pasaría el primer año de carrera, con dos bolsas de compra llenas del "Arcca" (supermercado de allí). Era el momento de conocer a una amiga que luego pasaría conmigo a la historia del "por siempre jamás". De las que llegan para quedarse, vaya. Pero eso sí, tuvimos un comienzo un poco atropellado (jajjaaj). 

Educada, de buena familia y vestida con mucho estilo, se topó con una chica que no había salido de su pueblo pero que en el fondo (eso sí), creía que pisaba el mundo de fuera con mucha seguridad (pobre incauta digo ahora...). Mi estética: mechas rubias-platino sobre el cabello castaño, un aro bien hermoso en la ceja, dos trencitas mal peinadas y pantalones 'cagaos' que enseñaban una goma bien ancha de 'Calvin Klein' (una por una, que se viera bien la marca, grrrrr, qué horror!). Eran unos calzoncillos que compré para Pepino (todo el mundo aquí sabe o debería saber quién es Pepino el que por cierto, hoy cumple sus trenti, así que FELICIDADES!!!! :-)), pero que sabía que acabarían en mi armario y no en el suyo (hay que ver lo maja que era...). Pepino era un mote y otro motivo añadido para que Ana, esa "chica bien con la que me topé en las escaleras", se escandalizara un poquito más. Ah! Pero lo que más les gustó (a ella, y al resto de amigas que luego haríamos en la residencia), es que por si no fuera suficiente, el mejor amigo de Pepino era Pelotas. ¡Anda que no nos reímos a gusto con el binomio Pepino-Pelotas durante los anuncios de 'UPA Dance'! (Como el susodicho me lea me mata, que no le dije nunca lo que nos reímos a costa de su mote familiar, jiji).

Y es que, Ana después me reconocería que le entró un poco de 'yuyu' al ver a gente como yo entrar por la puerta de la resi. Pero realmente no eran mis 'pintas' lo que le angustiaba. Su cara de póker no llega cuando me ve, sino cuando abro la boca: "Qué pasa pues! Yo soy Amaya, y vosotras?!". Después dije algo así como "Buenoooo, me voy pa´arriba que esto me pesa mucho eu" (la compra). Y es que realmente debía tener un acento de la Ribera digno de que al de enfrente, se le abriera la boca para que después su barbilla cayera al suelo.

A pesar de las diferencias lingüísticas y culturales, las "fuerzas de la naturaleza" (jaja) hicieron que también surgiera ese 'je ne sais quoi', un "no sé qué" especial que te une a ciertas personas y ya está. Bendita química y bendito no tener que buscar explicación a las cosas, por cierto.


Toscana

A partir de aquel día de las escaleras, momento en el que de alguna manera, eché a volar o al menos empecé a conocer otro "nuevo mundo" con Ana abriéndome las primeras y más importantes puertas, la relación con otras personas de diferentes lugares, costumbres y maneras de hablar, llegarían sin cesar. 

Cuatro años después...

Acabas la carrera, te has ido de Erasmus, has conocido a gente de todas las provincias y ahora decides irte a la capital "a probar suerte" (realmente no sabes muy bien por qué es la capital, sencillamente, te vas). 

Empiezo a trabajar en un gremio considerado como uno de los más más 'cool': la publicidad. Y aquí llega otra situación de "choque de lenguas" que me marcó, y que genera justamente el efecto contrario al de "las escaleras" que os he contado antes: hace que vuelva a casa, a la familia, a los amigos.

Estaba preparando un evento en el que queríamos personalizar varias casetas de obra que funcionarían como espacios de ocio (un karaoke, un área para hacer deporte...). Había que fabricar esas casetas y pedí presupuesto a un amigo mío del pueblo, porque él trabajaba en el mundo de la construcción. A los días, como no me llegaba lo que quería (los precios), le escribí un e-mail que decía más o menos así: 

"Ricardo, por favor, trata de acelerar el proceso para averiguar los precios, porque no entramos ya en 'timing', y me urge saber algo ya. Gracias.".

La dichosa palabra 'timing'. Nos dio para reírnos toda la semana, y aún hoy, cinco años después, seguimos acordándonos de ella. 

Suena el teléfono y oigo: "¿Qué dices de 'timing' chicaaaaaaaa?" (ese 'chica' pronunciado como lo hacemos en mi pueblo, con el 'ica' bien entonado), fue su respuesta. (Lo normal para él hubiera sido decir "vamos justos de tiempo").

Lo que le ocurrió fue que por un momento, se descolocó al ver a 'la Amaya' de siempre en un contexto que él desconocía. Pero no fue el único que se sorprendió. En ese momento también yo me di cuenta que efectivamente, estaba inmersa en mi mundo de entonces, ni mejor ni peor, sino otro, y nuevas formas de trabajar y por tanto de vivir, formaban ya parte de mí. Sí, de todo ésto te das cuenta con sólo una palabra, en este caso, 'timing'.

En definitiva, lo que trato de decir, es que a través de la palabra, las expresiones y la forma de hablar, se dan muchas situaciones graciosas o en las que se palpan las diferencias del contexto en el que vive cada uno. Por un lado están las personas de "mi nuevo mundo" que de alguna forma, se sorprenden con el vocablo con el que nací, y por otro lado están las personas "de siempre" que a veces no entienden todo aquello que he ido absorbiendo en los diferentes caminos que te ha tocado recorrer. 

Para que me entendáis, ahora voy a poner algún ejemplo concreto de esas expresiones y de la "cara de la moneda" que más gracia me hace, que es la que me encuentro en "el nuevo mundo" (es decir, cuando la funesina habla en Madrid). Allá van las que mejor puedo recordar:

- "Me estoy poniendo como una cuta". No ven la gracia a que me llame a mí misma, sentada en una mesa con comida, 'puta'. Porque es lo que entienden (la palabra 'cuto/a' no existe, no, yo también me puse triste cuando me enteré, tranqui).

'Cuto/a' no sé de dónde viene, pero creo que no sale del límite territorial funesino, porque no sólo no lo pillan los de Madrid: los de Pamplona tampoco. Eso sí, una vez la escuchan, ya no se les olvida. Tengo amigos de fuera que han ido a fiestas de Funes y una de las cosas que más recuerdan, es esta palabra. No lo pequeño que es el pueblo, ni los pocos bares que hay. Sólo el montón de chupitos que allí bebieron, y lo de 'cuto/a'. Y es que, no sé vosotros (funesinos), pero yo no encuentro una forma mejor y más tajante de expresar que me estoy atiborrando a comida. Decir "ay, cómo me estoy poniendo" o "uy, qué llena estoy" pues... no es lo mismo. Donde esté un "qué cuta soy", que se quite todo lo demás. ¿O no?

- 'Pues...'. "Vamos al cine pues", "Venga pues", "Vamos a decírselo a la Ana pues", "Te espero mañana pues"...  Nuestra 'coletilla' es lo más. ¡A mí me encanta el 'pues'!

- "La Ana". Es una de las míticas, poner el artículo determinado delante de los nombres propios. Pero cómo son las costumbres, que mis amigas de Funes son "la Ali, la Idoia, la Lucía, la Cristina, la Elena, la Vane, la Marian..." y las que he conocido fuera de 'my town' son "Sara, Ana, Clara, Mariana, July, Maite...". Y no soy a la única que le pasa. ¿A que no? :-)

- ¡Qué tiernica/o! Es una de mis preferidas. La digo mucho y además, me cuesta luego explicar qué quiero decir exactamente. Así que ésta, sí que es muy "nuestra". Para los que no seáis de la Ribera, intento de nuevo explicarla: se utiliza para describir a alguien que, bajo tu parecer, va vestido o tiene una estética entre lo hortera y lo desfasado, pero con un punto un poco cursi o ñoño. Por ejemplo Chabelita se acerca más o menos a ser una 'tiernica'.

-"¡Eu chica!" Si lo de los artículos delante del nombre es algo totalmente arraigado a nuestras raíces, el "eu" ocuparía el lugar de 'honoris causa'.

"¡Qué canso eres, tío!". En realidad no tiene sentido. La palabra 'canso' denota que estás cansado, que tienes sueño o que te sientes decaído. Sin embargo, en nuestra jerga, lo utilizamos para decir que alguien es un auténtico coñazo, un 'pesao' (la forma correcta sería "¡qué cansino eres, tío!").

Además de todo esto, multitud de palabras sueltas prescriben la riqueza de nuestro vocabulario: muete (chico), pozal (cubo), aldraguera (alcahueta), regalarse el helao (derretirse), pella (coliflor) o pipero (peña). Ah! Y que nosotros no pronunciamos bien las esdrújulas. Es algo que yo todavía hago y lo peor de todo, que no me doy cuenta. Por ejemplo, para decir "arréglate" pronunciamos como fuerte la última sílaba ("te"). Como si estuviéramos cantando: "arreglaté", suena. La sílaba tónica es la que es, nosotros nos la inventemos. Fijaos, pero parece ser que es otro de nuestras señas de identidad ;-).

Han pasado 10 años, muchas situaciones de éstas, muchos lugares, mucha gente, pero Funes siempre es mi casa, mi familia, mis amigos de siempre y ese punto de encuentro conmigo misma. Y aunque a veces también es motivo de conflicto interno, ya que te cuestionas muchas cosas porque (y sobre todo con los años), las diferencias de vida con los tuyos van a más, sé que ahí está mi raíz, mi razón de ser, mis valores. Lo que he "mamado" es la base que sustenta lo que soy y no sólo eso, sino que también está ahí siempre condicionando hacia dónde voy. Por eso hay que seguir creciendo pero sin perder ese punto de partida de vista.

¿Y sabéis cuál es uno de los consejos que más recuerdo y que trato de tener muy presente en mi vida? Uno que decía así: "una por una, no pierdas nunca tu esencia". La única forma que encuentro de no perderla es no olvidándome de dónde vengo, manteniendo un vínculo vivo con todo ello, y recordando sobre todo quién es mi padre, y quién es mi madre. Porque ellos son los que me han dado lo mejor que tengo. Así que, esté donde esté, yo siempre seré 'la Amaya', y no 'Amaya'.

PAROLE, PAROLE, PAROLE... (qué importantes son las palabras...).


martes, 19 de agosto de 2014

Mis 21 días

Con las dos ganadoras, Carmen Rico y Rebeca Rojo. ¡¡¡Unos amoreees!!!
Y después de muuuuuuchos días sin dedicar un poco de tiempo a este blog, aquí estoy de nuevo. Hablaré de mis “21 días”, esos por los que tanta “murga” he dado a mis amigos, y esos que se quedarán siempre marcados en mi calendario. Ha pasado ya un tiempo de todo ésto, pero no puedo dejarlo ir sin el escrito que le corresponde.

Fue algo que llegó por sorpresa, que me plantearon en un principio como un reto profesional, y que acabo convirtiéndose en una vivencia personal. Corría el mes de abril cuando mi jefa me preguntó: ¿te gustaría formar parte de un concurso que vamos a lanzar con Nivea? Tú y dos lectoras ganadoras tendréis que convivir durante 21 días con tres expertos (fitness, nutrición y  belleza) que os ayudarán a mejorar vuestros hábitos de vida. Después, tu tarea será que escribas sobre ello para el resto de lectoras". Mi respuesta ante la propuesta: un rotundo sí.
Con Carmen y Rebeca en la producción de fotos para esta acción.

Con el resto del equipo de la producción.


¿Qué es lo primero que me aportó este proyecto algo diferente y tan apetecible? Algo que no creía necesitar en ese momento: ayudarme a hacer un pequeño paréntesis en mi vida, un 'stop' entre la vorágine del día a día (que muchas veces te atrapa), y dejar que -sin que se me escapara de las manos-, se detuviera todo lo que estaba a mi alrededor para hacer sólo una cosa: pensar en mí y en mis circunstancias.

Al centrarme tanto en un proyecto y tomármelo de manera profesional pero como algo personal, miré hacia mi persona como nunca antes lo había hecho. Como me tuve que centrar más en hacer ejercicio, en comer mejor y en cuidar más mi piel, me sumergí casi sin darme cuenta en un proceso de reflexión conmigo misma con el que conseguí dos cosas: primero ser más consciente de lo que tenía (y quería) mejorar y segundo, tener más fuerza e iniciativa para lanzarme a hacer cosas nuevas, la única forma de generar un cambio real (tampoco antes había sido tan consciente de la necesidad de ejecutar cosas nuevas si lo que quieres es sorprenderte con resultados nuevos). 

Y así es como pude extrapolar la lección número 1 al resto de facetas de mi vida: dedicar tiempo a uno mismo (pero dedicártelo bien), es realmente bueno. No se trata de meterte en tu burbuja, ni de desaparecer del mapa, ni de ser egoísta. Tan sólo necesité unas tres semanas, un objetivo claro y sobre todo mucha ilusión, para centrarme más que nunca en mi cuerpo y en la Amaya que hay aquí dentro y tener esta experiencia 'by myself' tan enriquecedora. Así que no es una cuestión de egoísmo. Es más bien de necesidad. Incluso ahora creo firmemente que es una fase que siempre necesitaré pasar en diferentes etapas de mi vida, para avanzar, “regenerarme” como persona, y conseguir así ser cada vez un poquito mejor. Mejor para mí y por ende, mejor para los demás.

Vinilo en el gimnasio de Ángel (entrenador personal)


¿Cómo puedes en 21 días y en un proyecto más bien “impuesto” por tu trabajo tener una experiencia personal única? Pues porque así me lo propuse. He ahí el ‘kit’ de la cuestión. Y no digáis: “¡Hombre claro! Yo ante esa oportunidad también la hubiera aprovechado!”. Sí y no. Yo no era una de las dos ganadoras, para quienes estaba realmente pensado este premio. No podía disfrutar y olvidarme. Tenía que estar a pie del cañón antes, durante y después. Además de sudar la gota gorda en el gimnasio (algo a lo que no estoy acostumbrada), había que “currar” bastantes más horas, y en definitiva, preocuparme-ocuparme prácticamente las 24 horas “por la causa”. Fue un placer hacerlo, pero tal vez si esto me llega en otro momento de mi vida, no me hubiera podido involucrar tanto y la vivencia, no hubiera sido tan intensa.

Con ésto, llego a "mi" lección número 2: "caza" las oportunidades y aprovéchalas lo mejor que puedas porque cuando llegan, llegan. Y no hay más que hablar. Tú no puedes tener todo el control de lo que quieres que te ocurra ni tampoco del momento en el que quieres que te sucedan. De hecho, las más maravillosas, suelen ser esas que se nos escapan de las manos, sobre las que no tenemos todo el control... Así que cuando lleguen no sólo no se te ocurra pasarlas por alto, sino que además, tienes que dar lugar a la sorpresa y exprimir la oportunidad hasta que no quede ni una gotita, porque puedes convertir algo que promete en algo extraordinario.

Así pues, yo cogí “mi oportunidad” por los cuernos, me sentí más que afortunada de ser la “representante” de ELLE en un proyecto tan bonito, de tener un entrenador personal, una dermatóloga y un nutricionista a mi disposición y traté de hacer las cosas lo mejor que pude con ellos. Igual exageré cosas, o me emocioné demasiado ante el proyecto, pero sé que decidí sentirme afortunada desde el principio, y afortunada que fui. 

Y todo, eso sí, con mi tarea principal siempre en mente: trasladar todo lo que estaba viviendo a la lectora. Lo menos que podía hacer para todas las que no habían conseguido ser ganadoras (muchísimas gracias a las más de 2.000 que participaron, de verdad, y en especial a las que conozco!!!), era darles los pasos, trucos, técnicas o llámemosle como queramos, para ayudarles a conseguir también su objetivo personal.

En este dossier de contenidos está todo lo que aprendí casi día a día, al igual que en el número impreso de ELLE julio. 
"Mis chicas", que salieron en el número de julio, ¡encantadas de la 


Ahora, y para quienes no lo hayan seguido, voy a tratar de hacer un repaso de los puntos prácticos más importantes que me han enseñado en cada una de las disciplinas.

PARTE 1. FITNESS (Ángel Merchán, Home Wellness Madrid).

Ay que yo no me puedo ni reíííírrr... :-)

Tranquilidad. Es lo que me transmite Ángel, hoy algo más que entrenador para mí. Es del que más voy a hablar porque es con quien más tiempo real he pasado en esta experiencia de 21 días (así que perdonad los demás). Creo que hubo ‘feeling’ desde el principio. El concepto de ‘personal trainee’ suena muy bien, pero en el fondo, no sabía muy bien hasta qué punto iba a encajar esa figura conmigo. Intuía que alguien muy estricto o con demasiadas “cosas de gimnasio” que querer inculcarme, lo tendría difícil. Pero… ¡sorpresa! Me encuentro con Ángel, un tío de Cáceres más majo que las pesetas, bonachón, y con un sentido del humor que algún día va a conseguir que se me caiga la pesa al pie mientras entrenamos… y la preparemos :-)

Un hombre que sabe de lo que habla, apasionado de su trabajo y con una generosidad muy por encima de la media. Y por eso le va a ir tan bien. Porque te pones en sus manos y sabes que mira por ti, que se pone en tu pellejo, que quiere entender todas tus preocupaciones y motivaciones, y que su fin último, es ayudarte. 

Train, Eat, Sleep... & Repeat!!!



¿Qué he aprendido con él? De momento, lanzo algunas de sus "máximas".

- La ley del esfuerzo.


Desde el día 1 me dijo que podía mucho más de lo que creía. Y es verdad. No sólo en el deporte, en la vida en general, menospreciamos nuestra capacidad y fuerza (física y mental). Podemos más de lo que creemos. Muchas personas experimentan ésto únicamente cuando se ven inmersos en una situación “límite”, como una muerte cercana, o una ruptura muy dolorosa. Parece ser que nuestro cuerpo es mucho más listo de lo que estimamos y siempre nos ayuda más de lo que previamente creemos. 

No sé explicar por qué ésto es así, pero intuyo que debe estar relacionado con propia naturaleza del ser humano: pura ley de supervivencia. Sea como sea, sabiendo que ésto es así (hay mil ejemplos que lo corroboran), ¡vamos a tenerlo un poquito más presente, y que sea razón suficiente para que no nos de miedo lanzar la mirada bien alto! :-)

- El deporte hay que disfrutarlo para que se quede contigo.

“Sí ya, claro, pero y ¿cómo consigo que me guste?", fue mi pregunta. No hay unos polvos mágicos que echarte en la cabeza y “Zas! Ya soy una chica súper deportista” (que es lo que me gustaría, claro). Como en todo, es cuestión de convencimiento personal y de voluntad, y tienes que conseguir tener claros algunos motivos propios que te convenzan, sólo a ti. Piensa, que los encontrarás. Repetir y repetir a tu cerebro lo bien que te sientes después de hacer eso que no te apetecía hacer, probar muchas cosas para ver qué ejercicios/disciplinas te motivan más (en mi caso, algo con música) o a veces, no pensar y simplemente salir a correr… y nada más. Lo que sí os puedo decir que si te empeñas y vuelves a empeñar, si repites y vuelves a repetir, llega un momento en el que te va costando un poco menos esfuerzo y te vas habituando. 

- Un entrenador, es una buena inversión.

Es algo caro, sí. Pero si te organizas, te lo puedes permitir. Gracias a Ángel he detectado puntos débiles que no sabía que tenía y que sola probablemente no los hubiera descubierto. Merece la pena trabajar con un especialista para aprender de él/con él y luego poder aplicar todo lo aprendido tú solo. Si alguna vez te lo planteas, tómatelo como una inversión para tu salud. Verás cómo habrá un antes y un después en tus días de entrenamiento. Además, es muy probable que el entrenador se convierta en algo más que tu instructor deportivo: acabará brindándote el mejor rato de desconexión del día, tu momento de desahogo del trabajo, será tu consejero matrimonial y hasta tu psicólogo. Vamos, al final, ¡un chollo! ¿Verdad Ángel? :-)



PARTE 2. NUTRICIÓN (Javier Guerrero, IND Instituto Nutrición Deportiva).

Eva González, imagen de la acción. Mensaje: la importancia de beber agua.

A Javi, un joven deportista convencido, le he conocido en un momento algo intenso de su vida, ya que está montando su propio negocio de nutrición en Valencia, al mismo tiempo que preparaba su primer IRON MAN. Aún así, sacaba tiempo e imaginacion para enviarme vía e-mail o Whatsapp. Aquí van algunas de las que más me han ayudado:

- "Hay uno que es la base de casi todos los males: "el YA!". Un buen jamón, un buen vino, que a tu marido no se le olvide recoger la ropa de la lavadora. Casi todo lo que merece la pena en esta vida lleva su tiempo. Un persona que quiera resultados ¡ya! tendrá problemas ¡ya!"

- "Muchas personas intentan motivar a sus parejas, amigos o familiares para que hagan deporte. Y lo hacen insistiéndoles, diciéndoles los motivos racionales de comer bien y hacer ejercicio. Y no funciona ¿verdad? De hecho, es contraproducente. Pero sí hay una cosa que suele funcionar una vez te ha llegado la motivación por lo que sea: porque ves un vídeo muy inspirador, te deja tu pareja, a alguien cercano le pasa algo o una mañana te levantas y quieres ser un mejor tú. Entonces sí".

- "Como se dice, nada es para siempre. Tu contexto va a cambiar constantemente: tus rutinas, tus horas de trabajo, tu pareja, tus motivaciones, tu forma física, etc. Conocer tu metabolismo es la clave para poder ir adaptándonos a cada situación. Si tú sigues una dieta específica o un programa cerrado, no sabrás cómo girar cuando haya una cambio de dirección. Así pues la nutrición no funciona a corto plazo, funciona cuando se adquiere una conciencia nutricional". 

¿Qué es lo que he aprendido con él?

Sinceridad. Lo primero que nos pidió es una tabla de una semana real con todas todas nuestras comidas bien apuntadas. Cuando recibió la mía, su primera respuesta fue: "Amaya, que sepas que me declaro fan tuyo".

¿Por qué? ¡Pues porque fui sincera! Le hizo tanta gracia ver "dos cucharadas de nocilla" en la casilla del martes por la tarde o "dos cervezas, tres ron-cola y no recuerdo cuántos chupitos porque eran fiestas de mi pueblo..." en la casilla del sábado noche que como digo, conseguí un gran FAN ;-). No hice nada peculiar, simplemente deduzco que la costumbre de la gente es contar las cosas más bonitas de lo que realmente son a su "doctor".

¿Pero para quééé?? Si yo quiero que me ayuden lo primero que tendré que hacer es ser sincera, no? Además, este hecho inicial hizo que nuestra relación fluyera con mucha más naturalidad desde el principio y ya después de este episodio (en el que me di cuenta que a lo mejor me podía haber ahorrado lo de los chupitos), ya no tuve vergüenza de contarle nada. 

Eso sí, como nadie hacemos nada por nada, yo pensé que gracias a mi sinceridad y a mi adicción al chocolate, me dejaría alguna pastillica de choco negro cada día... ¡ERROR! Me quitó TODO el chocolate excepto el día de "descanso"... No me podía creer cuando vi mi primera tabla de comidas tan sanita y limpita sin la palabra "chocolate" de por medio, mi gozo en un pozo... (para vuestra información, resistí!).
 Cena en mi día 12: tomatito cherry con queso fresco y vinagre de módena + gulas con ajos, gambas y cayena. Ñami, ñami!!!

Disciplina. Establecer un orden de comidas y organizarte con cierta antelación es la clave para el éxito. ¿Cómo? Muy fácil. Aquí he vivido en primera persona eso que dicen de que "con pequeños cambios puedes conseguir grandes resultados".

Es como marcarte una agenda y crearte ciertas rutinas que se repiten. Ir a la compra siempre un mismo día y con la lista escrita, planearte la semana en dos tandas (compra el sábado hasta el miércoles, y compra el miércoles hasta el domingo, por ejemplo). Puede parecer muy aburrido, saber qué vas a comer los siguientes tres o cuatro días, pero en realidad es la única manera de asumir una disciplina y equilibrio.

Un calendario con imanes donde veía gráficamente los 21 días también me ayudaron con el propósito. ¡Hazte el tuyo propio y ponlo en tu nevera, verás cómo te motiva!

Gracias por todo Javi!!! A seguir pedaleando, 'crack'! ;-)

PARTE 3. BELLEZA (Agustina Segurado, dermatóloga Nivea).

Centro dermatológico y de estética de María Segurado en Madrid.

Entrar en su salón de belleza era empezar a sentirte más guapa. Con "Gusi" (así es conocida Agustina por sus más allegados), todo era posible. No hay acumulo de grasa, estría o mancha en la cara que se le resienta. Para todo hay solución y con paciencia y constancia - ésta es su regla, la constancia-, las mejoras son más que visibles. Una de las cosas que mejor asumí tras nuestras conversaciones, es concienciarnos de que el envejecimiento celular empieza a ser más visible entre los 33 y 37 años, pero que el REAL COMIENZA A LOS 25. Así que cuanto más tarde empecemos a cuidarnos, todos esos años que estamos viviendo "de las rentas", y que luego, de repente, pasan factura.

Y otra cosa: no hace falta embadurnase cada día con mil cremas ni pasarse horas frente al espejo. Como dice Cris Mitre, lo más importante es estar "limpina y fresquina". Es decir, con una buena higiene e hidratación (por dentro y por fuera), tienes más de la mitad hecho. ¿Lo siguiente? Detectar tus puntos débiles (para unas la celulitis, para otras las estrías, etc), y empeñarte un poquito en mejorarlos. 

¡Y hay pequeños "trucos" para vencer la pareza y hacer de tus cuidados un "ritual" de belleza agradable. Aquí van los tres que más me gustaron:

- Crema + música. Si te da pereza darte un anticelulítico o crema hidratante por el cuerpo, una vía para convencerte es utilizar la música: pon una canción que te apetezca mucho oír en ese momento, y propónte a ti misma masajear tus piernas con la crema desde que comience hasta que termine la 'song'. ¡Ya tienes los 2/3 minutos recomendados!

- Piel muy seca. Para motivarte, hazte tu propio examen de escamas de piel: pega un adhesivo transparente en la piel durante unos segundos y tira de él. Si tienes la piel muy seca, se verá lleno de "escamitas", casi blanco. Repite la prueba una vez por semana después de ser constante en tu trabajo diario de hidratación y verás cómo la "tira de celo" no se pega o si lo hace sale prácticamente transparente. 

- Y para terminar, lo que aprendí con Gusi, Nivea y su equipo es la importancia de tener siempre tus propios mini-caprichos. Un 'spa' en casa, una manicura, una pedicura, una peluquería improvisada, una crema especial que te apetece para tu cara, un nuevo pintalabios, una limpieza de cutis en casa de tu amiga una noche tonta de miércoles, un nuevo olor para tus sábanas... ¡Lo que te de la ganaaaaaaa! Pequeños caprichos que no tienen por qué dañar a tu bolsillo y son ideales para estar motivada contigo y con tu cuerpo. Todas tenemos días que nos sentimos más y menos guapas, está claro, pero hay que intentar mantenerse siempre en una línea de "bienestar" y no bajar mucho la guardia. ¡Porque nosotras lo valemos, coño!
En la sesión de maquillaje para la sesión de fotos, con Carmen.

***

Ha sido una experiencia inolvidable, y lo que más me enorgullece es todo eso que contaba al principio: la sensación de haber aprovechado el tiempo, de vivir todo al máximo, de poder decir ahora "que me quiten lo bailao", y de haberme acercado a personas increíbles de las ahora aún me queda mucho por aprender.

Gracias a Amaya Ascunce, a Cris Mitre, Nora Recio y el equipo de Nivea en general por contar conmigo. Y por supuesto, gracias a ÁngelJavi, Gusi, Rebeca y Carmen por acompañarme. ¡¡¡EQUIPAZO!!! 

Después de toda esta parrafada, sólo puedo deciros que mi sensación actual cuando echo la vista atrás y pienso en 'mis 21 días' es la de que tengo que mirar hacia adelante con fuerza para encontrar, de la manera que sea, cosas que me ilusionen así. Porque de nuevo, me vuelvo a dar cuenta de que no hay nada mejor que vivir con ilusión. 

Así que a por la siguiente, que ojalá sea aún más bella... 







viernes, 24 de enero de 2014

Un post para chicas


Desde que arrancamos el 2014, he ido pensando en una serie de productos de belleza que me han conquistado a lo largo de este pasado año.

Una de las ventajas de trabajar en ELLE, es que tienes acceso a muchos productos. A las periodistas de belleza les llegan cada semana decenas de novedades para testar, y el resto de "girls" que merodeamos a su alrededor, estamos siempre deseosas de saber y conocer cuáles son las últimas novedades en el sector.


No soy especialista de esta industria, pero quería dejar recogidos en una lista mis 'top beauty' y he de reconocer que sólo haciéndola, me he dado cuenta de que tengo más productos estrella de los que pensaba, en los que verdaderamente creo... Así que simplemente, y en un petit comitè para chicas, quería compartir con todas mis pequeños y humildes secretos, por si alguna vez, os pudiera servir de algo.

Allá voy!!!


1.- '11 Benefits', de Salon Hits.



Una amiga mía, Bea, lo llama "el maquillaje del pelo". Es mi producto preferido, el 'number one' de mi lista, el descubrimiento por excelencia del año 2013. Es un tratamiento para el cabello que te aporta once beneficios diferentes (brillo, nutrición, potenciador del color, entre otros), y muy fácil de usar. No sé si es verdad que cumple con los once objetivos que este producto se propone, pero lo que sí sé es que te lo deja fenomenal. Mi pelo es un remolino, y gracias a él me lo puedo desenredar mucho mejor al salir de la ducha. También es cierto que me lo deja mucho más sedoso y brillante, y con un olor muy suave y con aroma a limpio que permanece todo el día. Simplemente, ¡me encanta! Y chicas, no es muy caro (12 €). 



2.- Advanced Body Creator + Gel Sorisa.



No suelo utilizar anticelulíticos (y no precisamente porque no me hagan falta), pero si tengo que elegir, sin duda me quedo con éste de Sorisa. Lo descubrí tras un día en el que, como tantos otros, le di el "coñazo" con mis dudas sobre belleza a una buena amiga de mi tía, conocedora de los entresijos de este mundo tan complejo. Me debió ver tan preocupada con el tema celulitis, que a la semana siguiente me llegaba este bote de regalo, y en tamaño industrial, para que no falte ;-). Gracias Nati :).


Es un gel bastante concentrado que debe ser masajeado por zonas localizadas, siempre hacia arriba (como ya sabréis, por la gravedad) y en el sentido contrario a las agujas del reloj. Si tenéis un masajeador y os queréis entretener  minutos más con él, mucho mejor. El truco está en dar movimiento a la zona afectada para que se separen las bolitas de grasa y sea más fácil atacarlas.


También dejo una foto de uno de los mejores productos de Shiseido, el 'Advanced Body Creator', el anticelulítico que utiliza mi madre, y sobre el que habla muy bien (y mira que es difícil que mi madre hable bien de algo).



La celulitis, el lastre de las mujeres... ¡Ánimo!

3.- Blue Therapy, de Biotherm.



No soy partidaria de empezar a utilizar muy joven los sérum, porque son mucho más potentes que una crema hidratante normal, pero los expertos recomiendan que, una vez pasados los 25, ya puedes sustituir una de tus dosis de crema hidratante por sérum. Así que yo ya me he puesto manos a la obra y la aplico por las noches en el contorno de mis ojos (con pequeños y rítmicos golpecitos), ya que es una de las partes más sensibles y que más siento que hace falta cuidar. Biotherm es una firma bastante innovadora, y este sérum con extracto de aceites fabricado también para jóvenes, me parece una buena opción para empezar. ¡Y huele fenomenal!

4.- Bases de maquillaje y BB Cream.




Los maquillajes y bases son todo un mundo, depende de las prioridades de cada persona. Particularmente, siempre me han gustado muy naturales, que ayuden a dejar el rostro más homogéneo y que aporten un toque final algo aterciopelado.

Ahora mismo estoy utilizando un color neutro de Clinique, un maquillaje de efecto mate sin aceites y de la gama más sencilla. No es de los más baratos, por eso, he de deciros que durante años, he tenido un 'top maquillaje' con el que he vivido muy contenta (lo sigo utilizando). No está en la fotografía, porque terminé hace poco el último bote, pero se llama 'Colour Adapt', de Max Factor. Con textura sedosa y con un acabado muy natural, sigue siendo para mí el mejor. No es fácil encontrarlo porque ya le han sucedido unos cuantos, pero se sigue comercializando.

Por otro lado, desde el 2012 hemos vivido el 'boom' de las BB Cream (ahora ya tendría que ser CC Cream, pero aún no he probado ninguna). De todas las que he testado, me quedo con ésta de Rimmel, ya que cumple con todo lo que promete este híbrido de crema hidratante + maquillaje: dar algo de color sin que parezca que vas maquillada, hidratarte y limpiar impurezas. Éste que veis en la fotografía cumple con "las tres B", ¡bueno, bonito y barato!

5.- Los labiales.



Me declaro 'total addict' a las vaselinas, "cacaos" y todo tipo de hidratantes para los labios. Tengo una madre que no se maquilla, por lo que en casa, nunca he gozado de neceseres llenos de productos de belleza. Pero en la mesilla de mi madre, nunca faltaba ese mítico bote rosita llamado "Vaselina neutra perfumada", de Gal. Desde muy pequeña me ha acompañado y siempre dando resultados positivos, así que es para mí un producto irreemplazable. Creo que tengo siempre uno o dos por cada bolso. Alguna temporada que dejé de echarme, mis labios se resintieron muchísimo. Esta vaselina, como su propio nombre indica, es incolora e inodora, cubriendo perfectamente sus tareas: proteger los labios.

Eso sí, alguna vez que los he tenido muy mal, con calenturas o heridas, o algún viaje a la nieve o lugares muy secos, "la vaselina de toda la vida" se me ha quedado un poco corta. Por eso, también guardo en la recámara productos de Blistex
, tanto en crema como en barra.


¡Y un apunte! Hacer uso de este tipo de productos para "peinar" las cejas es un truco que aprendí hace tiempo y ya lo he tomado como un hábito.

6.- Pastilla de jabón Dove.



No falta en mi "despensa". La pastilla en crema de Dove cumple una función multi-tarea: sirve para tus manos, para limpiar tu cuerpo con ella en la ducha y por último, es perfecta como limpiadora de cara e hidratante. Simplemente tienes que rozar tu rostro con ella, y mezclándola con agua, masajear tu cara enjabonada y verás cómo se queda tu cutis... ¡Como el culito de un bebé! Realmente es uno de esos 'must' de belleza por su utilidad y precio... ¡a euro la pastilla! Con este descubrimiento, nadie tiene excusas para no ir bien desmaquillada, y es perfecto para esos viajes exprés en los que no tienes espacio o tiempo para prepararte todo el cargamento.

7.- Fijador.




Nunca pensé que utilizaría estos "polvos mágicos". Se los veía a mi tía Lydia cuando yo era muy pequeña, y me parecían de ciencia ficción, no me preguntéis por qué.


Y aquí están. Desde que empecé a utilizar estos de Max Factor -solamente en ocasiones especiales-, me parecen un invento necesario y práctico. Ayudan muchísimo a fijar y sellar el maquillaje (comprobado, mi color dura muchísimo más cuando aplico los polvos), y la apariencia que deja es natural y sin brillos, como a mí me gusta. ¡Una manera sencilla de tener resultados de profesional!

8.- Rimmel + rizador de pestañas.



Si me tienen que dar a elegir un sólo producto para maquillarme, sería el rímel. Abre la mirada y da un toque a tu rostro de elegancia (bien aplicado), y de la manera más sutil posible. Una de las últimas versiones de Estée Lauder me funciona de maravilla. Con cepillo redondo y textura bastante cremosa, creo que el secreto no reside tanto en el producto en sí, sino en el cariño y tiempo que le dedicas a ponerlo en tu pestaña. Es la parte que más trabajo y maña requiere, y sinceramente (dejando a un lado el truco de la cuchara que toda mujer sabe), no puedo contaros mucho más, porque yo sigo sin poder conseguir darme bien el rimel. Eso sí, hay tutoriales buenísimos que te lo explcian a la perfección. Si os animáis, uno de los más completos y claros que he encontrado es éste que ofrece 'Pupa Milano'. Ahora que lo he visto, ¡espero poder mejorar yo también esta parte, porque es misión imposible!


Y una cosita más: el rizador de pestañas, funciona. Te las deja menos apelmazadas y más redonditas, un efecto que a mí me encanta. ¡A por él!

9.- Hair style.



Bendito pelo. ¿Cuántas veces hemos pensado en la importancia que tiene el cabello? Un corte favorecedor y lo que es más importante, un buen cuidado de la melena da puntos hasta a la menos agraciada.

En mi caso, y como en todo, no he tenido especial cuidado, pero según pasan los años (y también como en todo), voy siendo más consciente de la importancia que tiene adquirir buenas costumbres, más aún si hablamos de cosas serias como el cabello ;).


Para empezar, muchas jóvenes tenemos un mal hábito ya asentado: lavarnos el pelo todos o casi todos los días. E-rror! Y lo que es peor, como el cabello ya está viciado, cuesta volver a habituarlo a menos lavadas semanales, ya que tendrás que pasar algún día con el flequillo con una apariencia algo más fea.


Pero no estoy aquí para hablar de eso. Realmente he tenido siempre un gran debate en torno al pelo. En este punto me acuerdo mucho de mi amiga Marian, estilista, cuando en alguna ocasión me ha dicho que "el pelo es un ser vivo, Amaya". Y yo me reía... ¡Anda que sí es un ser vivo! ¡Y bien complicadito!

Hasta el momento, encuentro de alta importancia utilizar una buena mascarilla. Wella tiene la que veis en la fotografía, que se llama 'SP Luxeoil', y no he visto nunca nada mejor. Dejando a un lado que estoy literalmente enganchada a su olor (adicta, vamos, que voy a media noche a hacer pipí y entretanto, cojo el bote para olerlo!), es increíble cómo una pequeña aplicación de este producto, de medios a puntas, puede domar mis difíciles enredos y aportar tanta nutrición a mi cabello. No me pienso separar de esta mascarilla jamás.

También quiero dejar esta otra opción, 'Cycle vital' de Eugene Perma, que la tengo todavía sin estrenar pero que va a ser mi siguiente bote a testar. La he comprado hoy porque me han hablado maravillas de ella (sólo la venden en tiendas para profesionales), y tras un gran dilema personal, ya está en casa. Dejaré por un tiempo a mi querida mascarilla de Wella en la retagurdia: hay que probar nuevas cosas, pero dudo mucho de que se superen expectativas. ¡Os contaré!




10.- Hidratante.



Otro súper bote a la vista: Germaine de Capuccini. Regalo esta vez de la tía (gracias tía).

En verano la parte inferior de mis piernas llegan a un grado insospechado de sequedad. Ya sabéis, esa especie de escamitas blancas, tan terribles, que te das cuenta que están cuando ya has salido de casa y vas monísima medio saltando con tu mini vestido (y tus escamas).

Con contenido de algas, esta crema hidratante para el cuerpo puede con todo. 100% garantizado. Es algo cara, sí, pero merece la pena y tu piel mejora de forma muy visible a los pocos días de utilizarla correctamente y de manera constante. ¡Una buena inversión!

11.- Iluminador.




Como toque final, no puede faltar un iluminador. La primera vez que escuché hablar de este tipo de producto fue gracias a mi amiga Idoia, mientras me maquillaba un sábado noche cualquiera en medio del barullo de nuestro "pipero" (argot navarro, pendiente para otro post no muy lejano). Y es que, la realidad es que siempre he sido un poco desastre con esto de la belleza... Soy de las que sale sin maquillar y lo hace en el coche, se deja el colorete sin extender o incluso me pinto las uñas en el autobús que me lleva a grandes cenas, como la de  "Quintos".

¿Un iluminador? -le dije extrañada-. ¿Y eso qué te hace Yoyi? Iluminar la cara, vale, pero ¿cómo? ¿Voy a deslumbrar a quien quiera esta noche? GUAU! Pensé. Echa, echa, échame de eso pero ya! Y desde aquel flechazo (hubo flechazo), no falta iluminador en mi neceser ;-)

'Mineralize Skin Finish' de MAC, mi preferido. Rosados, con el toque perfecto de brillo y muy duradero.


12.- Mi 'kit' de Oilily.



Añoranza, personal, amor, niñez, casa, seguridad, verano... Son las primeras de tantas palabras que asociaría con este perfume. Lo descubrí cuando tenía alrededor de 16 años, y desde entonces, siempre ha habido algún bote en mi armario. Sí es cierto que tuve una temporada que la sustituí por Lolita Lempika, o por Calvin Klein, pero a los meses, siempre volvía a caer en sus malditas redes.

No puedo explicar todo lo que significa esta fragancia para mí. Es mucho más que eso. Y, aunque sé que algún día probablemente la deje de utilizar, ese bote seguirá en mi armario. Me ha acompañado en tantas ocasiones especiales, íntimas, divertidas, etc, que no puedo pensar en Oilily como una colonia más. En el fondo, mi madre lo sabe, y por ello siempre que le pido una, no duda en regalármela. A veces he de reconocer que ha funcionado como mi mantra. Su aroma me recuerda mil cosas buenas y bonitas que han pasado por mi vida, y me hace soñar con todas las que vendrán.

Creo que es importante que todas tengamos ese aroma personal que nos de fuerza. O el anticelulítico que nos haga creer que nuestra firmeza mejorará. O el carmín que funciona como pura inyección de adrenalina ese sábado noche. O el rimel que da luz a tu mirada, cualquier tarde de domingo.

Y es que en realidad, da igual cómo sea el ritual de tu belleza. Quizás ni tan siquiera lo tienes por qué tener. Lo
 que verdaderamente importa es el ritual que tengas contigo misma. Ése que te permita no descuidarte en halagos, en cariño, en amor, en mimos. Nos tenemos que querer, y como mujeres, lo tenemos que hacer aún con más fuerza. 

(Y ahora sólo me faltaría decir... 'Porque tú lo vales' ;-D).

Bromas a un lado, espero que os hayan servido mis productitos. Estaré encantada de escuchar vuestros favoritos de belleza para apuntarlos en mi lista de 2014.


Con 'beauty & love',


amaya
xx