jueves, 11 de octubre de 2012

Y tú, ¿conectas con el arte contemporáneo?

El Centro Huarte ha podido hoy dar el pistoletazo de salida a "Inmersiones", un curso cuyo principal objetivo es acercar el arte contemporáneo al público general.

¿Cuando se convierte un objeto en arte? ¿Qué es arte? Un debate abierto y constante entre los asistentes ha caracterizado esta primera sesión, donde han tenido cabida multitud de reflexiones que enriquecían la clase, hasta el punto de convertirla en un diálogo conjunto. Este era el deseo de su conductora, la coordinadora de exposiciones y proyectos de arte Oskia Ugarte.

Para unos el arte lo marca el mercado, para otros lo convierte el artista. Para unos es un mundo desconocido, para otros un mundo que presenta un abanico tan amplio de posibilidades que abruma. Estas son algunas de las opiniones que se han oído en el taller. Una de las conclusiones más firmes ante esa pregunta ya clásica de qué carajo es el arte contemporáneo, es que hoy en día el canon ha desaparecido: de lo que se trata es de tener una experiencia, no tiene por qué ser bonita, ni fea...pero tienes que experimentar algo.


El contexto histórico es vital: ¿por qué mucha gente nos "excitamos" ante Las Meninas de Velázquez? ¿Porque realmente sentimos la obra, o porque estamos programados para tener esa exaltación? ¿No experimentamos sensaciones de igual o mayor envergadura al ver El Cristo de Banksy?


Las Meninas, Velázquez.


El Cristo, Blanksy.

Una vez pudimos hacer todos nuestra propia reflexión ante este ejercicio, dedicamos mucho tiempo a hablar de la técnica de un artista. Una de las asistentes, pintora, defendía la importancia de dominar tu técnica para poder "hacer lo que se quiera, no lo que se pueda". Por otro lado, otro de los alumnos afirmaba que lo importante radica en la idea que tiene el artista: si luego sabe materializar bien esa idea, no tiene por qué no considerarse artista. En este momento, cuentan un ejemplo curioso: un señor visitó el museo Chillida Leku, y cuando miró a una de las esculturas situadas en el exterior se dijo: "¡Pero si esto no lo ha podido hacer Eduardo Chillida solo, semejante pieza de hierro! Ya no me vale, ya no me vale". A aquel hombre nunca se le pudo hacer entender que en este caso el arte emanaba de otro sitio, no de armar la gran pieza de hierro en el taller. Para él, el mito Chillida había caído. Una posición, entiendo, igual de válida.

Muchas preguntas y dudas en una primera sesión que a todos se nos ha hecho corta; desde luego, hoy para mí la mayor conclusión ha sido que el arte contemporáneo es "algo" nada fácil, que incita interés en muchos, inquieta, motiva...Una premisa más que importante. 

¡Esperaremos con ganas la próxima clase, y aquí contaré las aportaciones más importantes que van surgiendo en este curso tan bonito! ¡Voilà!

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